En la Biblia Hebrea la Torah va seguida por los Nebi’im risonim (profetas
anteriores: Josué, Jueces, Samuel y Reyes), que enseñan el modo en que el
pueblo elegido ha ido respondiendo a Dios desde su entrada en la tierra
prometida hasta la cautividad de Babilonia. Parece la continuación lógica del
hilo narrativo del Pentateuco. La tradición judía considera que estos libros –los Nebi’im-, fueron escritos
por profetas, que constataron el modo en que se iban desarrollando las
relaciones entre Dios y su pueblo, a la luz de la Alianza del Sinaí, una vez
que tomaron posesión de la tierra prometida a los Patriarcas.
EL
CONCEPTO DE «HISTORIA DEUTERONOMISTA» Y LOS LIBROS A LOS QUE SE APLICA
El Pentateuco se cierra con el libro del
Deuteronomio en cuyo último capítulo se narra la muerte de Moisés. El pueblo de
Israel, prodigiosamente liberado por Dios de la esclavitud de Egipto, se encuentra
a las puertas de la tierra prometida por Dios a sus padres. Después de una
larga marcha por el desierto todavía no ha entrado a tomar posesión de ella. La
narración de la historia bíblica continúa con la figura de Josué, sucesor
de Moisés. En el libro de Josué se narra la conquista de esa tierra y el
establecimiento de Israel en ella. A continuación los libros de los Jueces, 1 y
2 Samuel, y 1 y 2 Reyes refieren relatos tradicionales que mantuvieron vivo el
recuerdo del cuidado providencial dispensado por Dios a su pueblo en la tierra
de Canaán.
Desde el punto de vista literario se observa que en
esos libros existen numerosas características teológicas y literarias, comunes
al Código Deuteronómico contenido en el último libro del Pentateuco. Esto ha hecho que se pueda proponer la
hipótesis de que todos ellos pueden ser el resultado de unamisma labor
teológica, histórica y literaria. El Espíritu de Dios, que educaba
a su pueblo y le proporcionaba las luces adecuadas para captar el sentido
profundo de los acontecimientos, guió esa reflexión y movió a los escritores de
esa historia. La
tradición o escuela inspiradora de esta gran teología de la historia se suele
llamar “deuteronomista”, ya que sus principios fundamentales están
substancialmente expresados en el Código Deuteronómico.
La hipótesis de Martín Noth acerca de la
«historia deuteronomista»
El 8 de junio de 1942 Martín Noth proponía una
solución radicalmente distinta a las que hasta ese momento eran las habituales.
La redacción del primer gran relato histórico del Antiguo Testamento sería
-según él- obra de un único autor. Además, explicaba que los libros que lo
constituyen no eran independientes unos de otros, sino que formaban parte de
una unidad que,comenzando por el Deuteronomio terminaba con el libro segundo de los
Reyes,abarcando casi setecientos años de historia, los
transcurridos entre la entrada en la tierra prometida y la salida de la misma
camino del destierro. A esta obra la llamó “Historia Deuteronomista”.
Su redacción habría tenido lugar en Mispá hacia el año 550 a.C.
La hipótesis de M. Noth acerca de la composición de
la “Historia Deuteronomista” presupone la existencia de unos elementos
previos que fueron profundamente reelaborados y seleccionados
e insertados en el plan diseñado para el conjunto de la obra. Entre esos
materiales se podrían contar entre otros, los siguientes: 1ª) La primera
edición del Deuteronomio, que correspondería a los capítulos 5 al 28 del libro
actual. 2ª) Diversas tradiciones sobre la conquista de la tierra, y listas
geográficas sobre el reparto de la misma. 3ª) Historias heroicas de unos
personajes denominados “jueces”. 4ª) Tres ciclos de tradiciones acerca de
Samuel, Saúl y David, respectivamente. 5ª) Los ciclos proféticos de Elías,
Eliseo e Isaías. 6ª) Algunas fuentes oficiales de los reinos: Los Hechos de
Salomón, los Anales de los reyes de Judá y los Anales de los reyes de Israel.
Como ya se indicó, para M. Noth la redacción de la
“Historia Deuteronomista” se realizó en Mispá, poco después de la partida hacia
el destierro de Babilonia de los personajes más representativos del reino de
Judá. Para llevar a cabo la redacción, a partir de los elementos previos se
llevaría a cabo una labor profunda de selección y estructuración de los
contenidos de esas fuentes, así como de los datos propios que aportaban, de
acuerdo con un plan unitario preestablecido. Entre los elementos literarios que
se puede observar que se utilizaron para configurar la obra se pueden enumerar
los siguientes: a) La presencia activa de los profetas en los momentos
decisivos de la historia: Natán con David en la consolidación de la monarquía,
Elías frente al peligro de politeísmo con Ajab, etc. b) La asociación de los
principales momentos históricos con personajes importantes: la Ley con Moisés,
la conquista con Josué, la monarquía con David, el Templo con Salomón, la
centralización del culto con Josías. c) La narración de acontecimientos
mediante el esquema de “promesa – cumplimiento”. d) El recurso a los discursos
puestos en boca de diversos personajes, o a las reflexiones del propio
redactor, para ir dando el sentido de los principales acontecimientos (ej. Los
discursos de Jos 23 o el discurso de Samuel: 1 Sam 12).
Ese plan redaccional que da unidad al conjunto de la historia refleja unafinalidad teológica que
iluminaría la situación en la que se encontraban los primeros destinatarios de
la misma. Las
deportaciones sufridas por los reinos de Israel y Judá habían dejado una sombra
de decepción e incredulidad en la fe del pueblo elegido. Se
sentían humillados y pensarían que Dios no había cumplido las promesas
realizadas a sus padres. Ante esas dificultades se establece primero que la
promesa de la tierra no había sido hecha de forma absoluta, sino condicionada
al cumplimiento de lo pactado en la Alianza. Una buena muestra de esto puede
ser el siguiente texto del Deuteronomio:
«Mira: hoy te pongo delante la vida y el bien, la
muerte y el mal. Si obedeces los mandatos del Señor, tu Dios, que yo te
promulgo hoy, amando al Señor tu Dios, siguiendo sus caminos, guardando sus
preceptos, mandatos y decretos, vivirás y crecerás; el Señor, tu Dios te bendecirá
en la tierra a donde vas a entrar para conquistarla, Pero si tu corazón se
aparta y no obedeces, si te dejas arrastrar y te postras dando culto a dioses
extranjeros, yo te anuncio hoy que morirás sin remedio, que después de pasar el
Jordán y de entrar en la tierra para tomarla en posesión, no vivirás muchos
años en ella. Hoy cito como testigos contra vosotros al cielo y a la tierra; te
pongo delante bendición y maldición. Elige la vida y viviréis tú y tu
descendencia, amando al Señor tu Dios, escuchando su voz, pegándote a él, pues
él es tu vida y tus muchos años en la tierra que había prometido dar a tus
padres, Abrahán, Isaac y Jacob» (Dt 30,15‑20).
En estas palabras del texto deuteronómico se
establece una correlación entre la fidelidad a la Alianza y la
permanencia en la tierra, y entre la infidelidad a la Alianza con la expulsión
de la tierra. Esta será la norma fundamental para ir
juzgando los distintos acontecimientos de la historia que se narran.
La conclusión queda, finalmente, clara para Noth: la caída de Jerusalén ha sido el final
irreversible del reino, la respuesta divina a la apostasía de Israel, pero éste
no puede culpar a Dios de incumplir su palabra, son más bien sus propios
pecados los que han hecho desembocar los acontecimientos hacia la tragedia del
destierro. Nunca ha faltado la paciencia y la misericordia de Dios
en espera de que el pueblo rectificara. El esquema rebelión ‑ castigo ‑ arrepentimiento ‑salvación se
repetirá en bastantes ocasiones, pero a pesar de todo el pueblo no aprenderá la
lección, por lo que sólo a él cabe achacar todas las culpas.
Como ya se indicó antes, esta gran obra que es la
gran “historia deuteronomista” comenzaba por el núcleo del actual libro de
Deuteronomio. Como prólogo a esa historia se habrían ido componiendo otra gran
obra sobre una estructura formada por cinco grandes “tradiciones”, a las que se
habrían ido añadiendo otras “tradiciones” menores y
otros materiales literarios que habrían configurado los documentos que
terminarían con constituir el Tetrateuco. Tetrateuco e Historia deuteronomista
tendrían una historia literaria común, y constituirían una obra relativamente
unitaria que narra la historia del pueblo de Israel desde la creación del mundo
hasta la cautividad de Babilonia.
Como se acaba de decir, casi todos los
investigadores contemporáneos están de acuerdo en admitir la existencia de
algunos materiales previos a la elaboración de la historia. El debate se centra
actualmente en el estudio de esos materiales. Hay algunos que postulan que no
se trata de fragmentos literarios de diversas procedencias, sino de verdaderos
documentos previos de diversa extensión y origen. Se da por supuesto que estos
“documentos pre‑deuteronomistas” no serían continuación de los documentos del
Pentateuco, como algunos mantenían antes de M. Noth.
Fuentes de Hallazgo:
- https://rsanzcarrera2.wordpress.com/2007/11/27/historia-deuteronomista/
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